[Este será el articulo en la portada de Social Work Today, 2 de Septiembre del 2002.  El número tendrá como enfoque el trabajo social en América Latina. http://www.socialworktoday.com]

 

 

Estudiantes de trabajo social y profesores con catedrático Pérez Montalvo de Lourdes.

 

 

 

 

Nuevas Orientaciones en la Educación de Trabajo Social en Cuba:

¿Qué puede aprender la comunidad internacional de trabajo social?

 

 

Por David Strug, PhD, y Walter Teague, MSW

 

 

 

 

 

 

 

   

                            

 

 

Una tropa de música y baile entretiene a ambos los turistas y los niños durante los fines de semanas en el distrito histórico Habana Vieja.  Ellos están actuando en la Plaza de las Armas delante del Museo de la Ciudad en el Palacio de los Capitanes Generales, un primoroso palacio Barroco.

El proyecto de mejoramiento del vecindario en la sección Plaza Vieja de La Habana, donde la mayoría de los edificios históricos ya han sido restaurados

Protestantes dicen que se oponen a los cargos hechos por los EE.UU. de que la industria farmacéutica Cubana es una amenaza y apoyan los programas sociales de su país.

 

Se usaran fotos para la portada y el texto.

 

 

Enfrentados con los intratables problemas sociales en los años noventa, los lideres Cubanos respondieron por medio de crear nuevas oportunidades educativas de trabajo social para el entrenamiento para ambos al largo plazo, comprensivo al nivel graduado tanto como al corto plazo, rápido para jóvenes conocidos como los emergentes - entrenados a responder a los problemas sociales emergentes serios.

 

¿Por qué se ha interesado tanto el presidente Cubano Fidel Castro en el trabajo social Cubano (Radio La Habana, Cuba, 2001)?  ¿Por qué se dirigió a 500 jóvenes estudiantes en la nueva escuela del trabajo social de Cuba en las afueras de La Habana?  ¿Por qué también visitó Jimmy Carter esta misma escuela en Mayo del 2002 durante su muy anunciado viaje a Cuba?  La mayoría de los Cubanos están al tanto de los avances de su país en el trabajo social. ¿Por qué está recibiendo tanta atención ahora, tanto de funcionarios públicos y de miles de académicos, estudiantes, y directores de programa?  Hablamos con educadores Cubanos de trabajo social y profesionales en La Habana para encontrar las respuestas a estas preguntas.

 

Una Historia de Privación

 

El gobierno posrevolucionario de Cuba inicialmente no reconoció la necesidad para un cuadro de trabajadores sociales profesionales altamente entrenados para abordar los males sociales.

 

Existen varías razones que explican el progreso de la educación de trabajo social en Cuba y la atención en general que la profesión de trabajo social está recibiendo ahora.  En los años noventa se desarrollaron en Cuba grandes problemas socioeconómicos que requieren soluciones nuevas y comprensivas. Hoy, Cuba está envuelta  en varios programas claves para superar estos problemas, tal como en 1961 cuando Cuba creó una campaña abran gente y innovadora para erradicar el analfabetismo.  Entre estos programas están los nuevos enfoques para la educación y el entrenamiento de trabajo social.

 

La caída de la ex-Unión Soviética y su subsecuente retirada de ayuda económica para Cuba después de la disolución del bloque oriental (1989 a 1991), el reforzar del embargo estadounidense, y el aumento en la participación de Cuba en la economía mundial contribuyeron a las crecientes crisis sociales y económicas durante todos los años noventa (Cole, 2001).  En algunos sectores la disparidad de ineresos empeoró debido al influjo de capital extranjero, el turismo, y las remesas de familias en el extranjero.  La pobreza y el desempleo aumentaron, las diferencias de clase social y económica empeoraron, y la alienación social aumentó entre la juventud desempleada y desafecta.  La vivienda y las carreteras deterioraron, y las ciudades cubanas se convirtieron cada vez más superpobladas. "Las disparidades [socioeconómicas] empeoraron debido a factores históricos y las desigualdades sociales que se demoran en desaparecer a pesar de los esfuerzos de largo plazo para conseguir la equidad y el bienestar social general," de acuerdo con la catedrática Lourdes Pérez Montalvo, una catedrática en la universidad de La Habana (2002).  Esos Cubanos más afectados por las condiciones económicas que empeoran, como aquellos con incapacidades, los presos y ex- presos, las adolescentes embarazadas y madres solteras, las personas mayores, los niños, y los números crecientes de jóvenes fuera de la escuela y desempleados, se convirtieron en la prioridad para los servicios que llegan directamente a las comunidades y el desarrollo de nuevos proyectos del bienestar social (2002).

 

El gobierno posrevolucionario de Cuba inicialmente no reconoció la necesidad para un cuadro de trabajadores sociales profesionales altamente entrenados para abordar los males sociales.  En vez, trabajadores sociales fueron entrenados por diferentes instituciones de entrenamiento técnico en los lugares donde trabajaban, tal como en el Ministerio Cubano de la Salud Pública.  No había profesión de trabajo social integrada.  Por la mayor parte otros profesionales, incluyendo doctores y enfermeras, psicólogos, y educadores, se encargaban de los problemas sociales en la comunidad; junto con los lideres políticos locales y representantes de las "organizaciones de masa" de Cuba (por ejemplo, la Federación de Mujeres Cubanas y los Comités para la Defensa de la Revolución). Por lo tanto, el trabajo social no surgió como una disciplina profesional con una identidad suya propia.

 

Fueron los problemas sociales emergentes y intratables en los años noventa que convencieron a los lideres que Cuba necesitaba una profesión de trabajo social más integrada.

 

Fueron los emergentes y intratables problemas sociales en los años noventa  que convencieron a los lideres que Cuba necesitaba una profesión de trabajo social más integrada.  Se necesitaban trabajadores sociales altamente entrenados y titulados quienes podrían unirse a otros profesionales y representantes del gobierno para crear nuevos programas para abordar los problemas que empeoraban - la creciente pobreza, las crecientes diferencias de clase, y la falta de recursos materiales.  Sin embargo, no fue hasta a fines de los años noventa - cuando Cuba se recuperó de lo peor de su crisis económica - que estuvo en una posición para dedicar recursos materiales y humanos para apoyar la educación de trabajo social y los programas de entrenamiento descritos abajo.

 

Los Dos Aspectos de la Iniciativa Cubana para el Trabajo Social

 

Cuba desarrolló una iniciativa de trabajo social con dos aspectos en respuesta a los males sociales relacionados con la privación económica. Esta iniciativa consistió de la creación de (1) un programa al nivel universitario (PU) o el educar a trabajadores sociales más avanzados y (2) la formación de escuelas de trabajo social (ETS) que ofrecen programas de entrenamiento de trabajo social acelerados para los jóvenes Cubanos quienes regresan a sus comunidades como trabajadores sociales después de terminar este entrenamiento.

 

La primera escuela Cubana de trabajo social fue fundada en la Universidad de La Habana en 1943.  No era un programa que otorgara título universitario y terminó cuando la universidad cerró sus puertas en 1956 debido a la agitación social conducente a la Revolución Cubana en 1959.  En 1971, el gobierno Cubano empezó a entrenar a trabajadores sociales en institutos de entrenamiento técnicos (técnicos medios, o TM), de los cuales el primero estaba ubicado en el Ministerio Cubano de la Salud Pública.  Estos TM enseñaban trabajo social básico, enfocado y destreza en administración de caso individual a una generación de trabajadores que proveía servícios de trabajo social especializados en las clínicas y los hospitales de Cuba, en las oficinas de vivienda y de seguro social, y en otras localidades de servícios para el cuidado de la salud.  Una docena de tales TM existen hoy.  La mayoría de los trabajadores sociales técnicos de Cuba, incluyendo más de 2000 en servicios para el cuidado de la salud, fueron entrenados en tales TM.

 

El Programa de Trabajo Social Universitario en Cuba

 

A fines de los años noventa, los líderes del gobierno, los educadores, y los trabajadores sociales estaban de acuerdo en que Cuba necesitaba promover el entrenamiento educativo de los trabajadores sociales Cubanos mas allá de lo provisto por los TM.  En 1997, el Ministerio de Educación Cubano pidió al Departamento de Sociología  de la Universidad La Habana que implementara un programa que otorgara un título en sociología con una concentración en el trabajo social para suministrar entrenamiento más avanzado para los trabajadores sociales Cubanos.  El programa universitario de seis años, con fines de titulación, empezó en la Universidad de La Habana en 1998.  Dos años después, la Universidad del Oriente en Santiago, Cuba, empezó un PU similar. Ambos ofrecen el título de licenciatura (aproximadamente equivalente a un máster en los Estados Unidos) en sociología con una concentración en el trabajo social.

 

Los estudiantes para la Licenciatura deben ser graduados de la escuela secundaria, y la mayoría son estudiantes de medio tiempo con trabajos de tiempo completo como trabajadores sociales de cuidado de la salud.  Cada 21 días, reciben  tiempo libre de sus trabajos para asistir a clases en la universidad y estudiar para los exámenes.  Reciben sus sueldos regulares mientras son estudiantes.  Actualmente, hay alrededor de 100 estudiantes inscritos solo en la Universidad de La Habana, que está ahora en su quinto año de existencia.

 

El objetivo del PU es promover la educación del trabajo social Cubano y

el entrenamiento por medio de enseñar cómo integrar la práctica de conocimientos con la teoría del trabajo social.  La esperanza es que esto no solo aumente sus conocimientos de la práctica, sino que también aumente su entendimiento de su papel como agentes de cambio y eleve su posición profesional en la sociedad en general.

 

El departamento de sociología invirtió considerable tiempo y esfuerzo desarrollando un plan de estudios basándose en ésos de otros países latinoamericanos y España, de acuerdo con uno de los organizadores del PU.  El plan de estudios del PU integra teoría sociológica y práctica de trabajo social. Dos cursos de introducción en el primer año son la Introducción a La Sociología y la Teoría y la Práctica de Trabajo Social.  Los estudiantes del primer año también toman clases en filosofía, economía política, y la historia de las Américas.  Estudian demografía, los métodos sociológicos, y la estadística en su segundo año.  Entre el tercer y quinto año, los estudiantes toman Trabajo Social I (la intervención en la comunidad),  Trabajo Social II (la intervención con grupos, organizaciones, e instituciones), y Trabajo Social III (las intervenciones con personas individuales y familias), la cual es similar a administración de caso individual en las escuelas de los EE.UU. de trabajo social.  Los estudiantes también estudian la historia del trabajo social, la sociología política, la antropología, la sociología y la salud, y la sociología y la familia.  La mayor parte del sexto año está dedicado a escribir una tesis profesional.  Los estudiantes asisten a un taller de investigación cada semestre con principio en su primer año en el cual repasan su práctica en el trabajo.  Este taller es una fuente importante de supervisión para estos estudiantes porque, actualmente, no hay trabajadores sociales con entrenamiento avanzado para supervisarlos donde trabajan.

 

Escuela de Trabajo Social para Jóvenes

 

En septiembre 2000, el gobierno Cubano abrió su primera escuela del trabajo social en Cojimar en las afueras de La Habana para personas jóvenes de 16 a 22 años de edad.  Tres otras ETS existen ahora en Villa Clara, Holguín, y Santiago.  Dos mil estudiantes asisten a cada uno de estas escuelas, con ocho mil estudiantes de trabajo social graduándose el año pasado.  Esta iniciativa educativa de trabajo social, de la misma manera que el PU en La Habana y Santiago, representa una respuesta de emergencia por el gobierno para abordar los problemas sociales en Cuba.  Los estudiantes en las ETS son conocidos como lo emergentes porque son entrenados a responder a los problemas sociales emergentes serios.

 

El propósito de estas escuelas de entrenamiento de trabajo social es proporcionar a corto plazo (inicialmente de seis y aumentándose a 12 meses el próximo año), aprendizaje intensivo del trabajo social para estos jóvenes, combinando la experiencia de la aula con la práctica del campo. "Cuba no tiene el lujo de esperar a solucionar sus problemas económicos. Está pasando por un periodo económico difícil, pero la idea no es dejar atrás y sin educación a personas jóvenes ", de acuerdo con uno de los miembros del cuerpo docente que fundó la escuela, Lourdes de Urrutia, una catedrática en La Universidad de La Habana: "La idea [de emergentes] es educar a personas jóvenes que puedan luego salir y ayudar a otras personas jóvenes", dice.

 

Muchos miembros del cuerpo docente de las ETS son estudiantes avanzados de trabajo social que estudian para su licenciatura en la sociología y el programa con título de trabajo social descrito antes.  No son reembolsados por su enseñanza porque están en tiempo libre con pago de sus trabajos regulares.  El programa académico para emergentes integra cursos de varios campos en un plan de estudios unificado.  Además de estudiar sociología, el trabajo social, la psicología, la ley, y otras disciplinas, los emergentes también toman cursos en el desarrollo histórico del trabajo social en Cuba, en los Estados Unidos y en otras parte del mundo, la adolescencia, la familia, el trabajo social comunitario, y técnicas de intervención social.  Para graduarse, los emergentes deben aprobar los exámenes de cada subespecialidad.  El trabajo de campo requerido, dirigido por un equipo del cuerpo docente de múltiples disciplinas, se compone de entrevistar a jóvenes de vecindarios pobres para determinar el prevalecer de problemas entre ellos y tasar su nivel de necesidad para servicios.  Los emergentes también participan en proyectos sociales del gobierno, como la campaña de Cuba de erradicar el mosquito que transmite la fiebre de dengue, la cual fue una campaña de salud pública importante en Cuba el año pasado.

 

Después de completar su entrenamiento, a los emergentes se les garantiza un puesto de trabajo social donde deben vivir en las comunidades y trabajar con jóvenes y otros grupos a riesgo como niños y personan mayores.  Reciben un sueldo de 300 pesos al mes, lo cual se considera como un buen sueldo para jóvenes trabajadores Cubanos.

 

Los emergentes también tienen la oportunidad de estudiar para su licenciatura en una base de medio tiempo en cualquiera de ocho programas que otorgan título universitario, incluyendo el programa de PU en sociología, el trabajo social, la comunicación social, la psicología, y la ley.  Mientras actualmente la mayoría de los diplomados de las ETS no escogen el trabajo social, se espera que se queden con sus puestos de trabajo social comunitario si deciden estudiar posteriormente de medio tiempo en uno de estos ocho programas que otorgan título universitario.

 

Lecciones de la Educación Cubana de Trabajo Social

 

Se desconoce hasta que punto tendrá éxito la iniciativa de trabajo social de Cuba a largo plazo.  La habilidad del gobierno Cubano de mantener este programa es un factor importante en determinar su futuro éxito.  Sin embargo, el esfuerzo de Cuba para elevar la educación de trabajo social es digno de atención por muchas razones, sin tomar en cuenta su resultado a largo plazo, y se merece la atención y el apoyo de la comunidad internacional de trabajo social. Su innovador plan de un plan de estudio común integrando la práctica de los conocimientos del trabajo social con la sociología política y la economía política es un modelo robusto para el entrenamiento de trabajo social en otros países en vías de desarrollo para abordar los problemas sociales relacionados con las dificultades económicos nacionales.

 

El modelo de la ETS puede ser usado para el entrenamiento rápido de grandes números de trabajadores sociales jóvenes para participar en la salud pública local y a nivel nacional y en campañas educativas, como el continuo esfuerzo de Honduras de luchar un brote de fiebre de dengue hemorrágica (The New York Times, 2002).  La expectativa del gobierno Cubano que los emergentes se comprometan a quedarse en sus trabajos por un periodo de 10 años después de su graduación puede parecer poco común a los miembros de la comunidad estadounidense de trabajo social.  Sin embargo, esta expectativa refleja un grado de sacrificio profesional que el gobierno Cubano ha llegado a esperar de sus profesionales en un esfuerzo para mantener los ideales sociales de la Revolución Cubana.

 

La comunidad internacional de trabajo social puede aprender de lo qué Cuba ya ha logrado con recursos limitados y es animada a intercambiar información y recursos humanos con Cuba para promover la educación y la práctica del trabajo social.

 

Debido a los altos costos de viajar y a las restricciones de viajar impuestas por los EE.UU., es difícil para miembros de la comunidad Cubana de trabajo social viajar a los Estados Unidos para asistir a las conferencias e intercambiar ideas con sus compañeros.  Por lo tanto, recomendamos, que la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales (NASW)  abogue por un intercambio más fácil de profesionales de trabajo social Cubanos y Norteamericanos.  El trabajo social Cubano es de pertinencia especial a la comunidad de trabajo social estadounidense debido a la proximidad de Cuba a la tierra firme de los EE.UU. y a los altos números de inmigrantes hispanos, incluyendo Cubanos, que residen en las áreas urbanas y suburbanas de los EE.UU. (Spuro, 2002).  Adicionalmente importantes son las lecciones que la comunidad de trabajo social de los EE.UU. puede aprender de la educación y iniciativas Cubanas en el entrenamiento de trabajo social.  ¿Cuál de las estrategias Cubanas para incrementar su número de trabajadores sociales podría ser eficaz en abordar la creciente escasez de trabajadores sociales en los Estados Unidos, especialmente en poblaciones urbanas empobrecidas con insuficientes servicios? (Strug & Mason, en prensa).

 

David Strug, PhD, es Associate Professor del trabajo social en la Escuela de Wurzweiler del Trabajo Social, Yeshiva University en la ciudad de Nueva York.  Ha llevado a cabo investigaciones etnográficas en el campo de VIH/SIDA y el abuso de drogas en los Estados Unidos y ha desempeñado trabajo de campo antropológico en América Latina. strug@ymail.yu.edu

 

 

 

Walter Teague, MSW, es trabajador social clínico y psicoterapeuta de consultorio particular desde 1981 en Washington, DC y Maryland.  Ha sido un organizador de comunidad y activista para la justicia social y los derechos humanos y los incapacitados durante más de 40 años. wteague@verizon.net

 


 

Referencias

 

Cole, K. Cuba (2001): The process of socialist development. Latin American Perspectives, 29, 40-56.

Fidel Castro attends graduation at new social work school. (2001, August 1). Radio Havana Cuba.

Montalvo, L.P. Social work development and practice in Cuba and in the U.S. (Desarrollo y práctica de trabajo social en Cuba y en los Estados Unidos). Washington, D.C.: Cuban American Alliance and Education Fund 2002  Retrieved June 10, 2002, from http://users.rcn.com/walterteague/Cuba/Social_Work/

Outbreak in Honduras. (2002, July 27). The New York Times, p. A3.

Spuro, R. Latino growth in metropolitan America: Changing patterns, new locations. Washington, DC: Pew Hispanic Center, Audrey S. Singer, and Brookings Institution Center on Urban and Metropolitan Policy. Retrieved August 1, 2002, from http://www.pewhispanic.org/

Strug, D. & Mason, S. (in press). Social service needs of Hispanic immigrants: An exploratory study of the Washington Heights community. Journal of Ethnic Diversity & Cultural Diversity in Social Work.